viernes, 29 de enero de 2010
Volviendo a la niñez
jueves, 28 de enero de 2010
Mi propia extinción
15,20,35,muerte
Solo esas cuatro palabras bastaron para que el terror se apoderara de mí. Fueron solo 5 segundos los que hicieron que sintiera un miedo espantoso… experimente uno de esos momentos que se dan pocas veces en nuestra vida, en donde comprendes lo frágil de tu existencia, que todo puede acabar en cualquier momento, que al fin y al cabo solo somos un gota de agua en la inmensidad del océano.
Segunda vez que me ocurre… es algo totalmente horrible. Sientes como la impotencia y la inferioridad se apodera de tu ser, tu mente comprende en casi su totalidad lo que ocurre cuando ya no respiras el aire de este mundo, pensar en todo lo que has vivido y como en un instante todo eso acabará y ya no tendrás nada, absolutamente nada… todo desaparecerá, es irse a un viaje sin rumbo, es tan complicado lograr descifrar el contenido por completo… tratar de entender que ya nada existirá, ni siquiera tú, imaginar que pasará sin ti, intentar saber que ocurrirá con nuestra alma, si es que tal vez estaremos en algún lugar observando como todo ocurre, si nos reencarnaremos en otro ser, o si sólo ya no existiremos.
Tengo miedo de crecer, cuando era pequeña sólo quería tener esta edad y ahora que la tengo desearía quedarme estancada o lograr retroceder… nunca me he imaginado con más años, quizás con 18 o 25… nada. Inconscientemente no he querido ser mayor, no es algo de desear morir ahora, es simplemente no envejecer, tampoco es por vanidad, sólo no quiero que cada segundo me acerque más y más a la muerte, a mi propia extinción.
domingo, 17 de enero de 2010
Media naranja? ... no es tiempo
miércoles, 13 de enero de 2010
Deseo dividido
sábado, 9 de enero de 2010
No logro entender porqué
jueves, 7 de enero de 2010
La cruel verdad
martes, 5 de enero de 2010
Porque yo puedo
Pensaba en mi vida, en mis historias, en mis aventuras, en las personas a quienes quiero, pensé en las cosas que deseaba, mis metas, mis sueños, mis esperanzas… descubrí que por mucho tiempo no confié en mí, en las capacidades y habilidades que no me preocupé de desarrollar, en todas las cosas buenas de mí que ignoré, ahora me pregunto porque lo hice, trato de encontrar una razón lo bastante creíble para entender porque nunca me esforcé en nada, intento averiguar cuál fue mi mejor excusa para no luchar por lo que añoraba. Tratando de recordar, escarbando en mis memorias y siendo lo bastante sincera, pude comprender algunas cosas que hasta ahora no me había detenido a pensar. En cada actitud, sonrisa, llanto, esperanza o deseo siempre estuvo “el resto”… desde pequeña me importó la reacción que tenían las personas ante mis acciones, lo que comentarían, lo que pensarían, la repercusión que tendría. Todas esas cosas hicieron que desconfiara de mis dones, en que pensara que lo que en verdad quería no era lo correcto, todo lo que no hice fue porque me influenciaba todo mí alrededor, si decían que estaba bien, continuaba, si me decían lo contrario, me avergonzaba y ni se me pasaba por la cabeza intentarlo otra vez. Pensándolo bien, me dejé guiar por los comentarios de la peor persona que se pudo haber ocurrido confiar a esa edad… mi hermano. Siempre fue un inmaduro, no lo culpo, todos somos diferentes y crecemos de distinta manera, pero él le ponía una gota de crueldad al asunto, le gustaba hacerme enojar, llorar, sufrir… supongo que como todos los hermanos mayores que se sienten lo mejor del mundo hasta que llega un pequeño ser que se roba toda la atención y lo único que hace es que se sientan apartado, hasta este momento no lo había analizado de esa manera, el solo quería volver a ser el centro de atención, aunque de todas formas siempre fue el más desordenado, creativo, maldadoso y escandaloso de los tres, sea como sea es una de las personas de las que más tengo recuerdos de mi infancia, y no precisamente por ser el mejor, simplemente era el que jugaba con migo y siempre me dejaba llorando, él y sus pesadeces. Ahora siento que todo lo que me decía era sólo parte de su juego de ser el hermano cruel, él era el encargado de ese papel protagónico que en toda niñez existe, pero también fue el causante de mi constante vergüenza, del continuo temor de equivocarse y de que se burlaran de mí, de que decidiera pasar desapercibida ante el resto porque desde ese entonces desconfié de todo lo que poseía en mi interior. Sólo no quería hacer cosas porque no deseaba estar expuesta a que el mundo reaccionara del modo que siempre actuaba mi hermano y que terminaba haciéndome sentir el ser mas desgraciado, horrible e indeseable del mundo.
Pero ahora pienso diferente, siento que cada día me vuelvo más persona, la hora de crecer ha comenzado… es tiempo de que se empiece a formar ese ser que un día caminará por este mundo sólo con una mochila cargada de logros y esfuerzos, de recuerdos, consejos y anécdotas, de pena y gloria, y será en ese momento donde empezaré a construir mi propio camino, que se convertirá en la base de muchas personas más, para que crezcan y continúen con este ciclo de la evolución, es ahora cuando la nueva etapa de mi vida se ha iniciado y es el momento preciso para empezar a dar lo mejor de mí y convertir ésta vida en mi lucha por una mejor. Sé que no será fácil, habrán muchas complicaciones en el camino, cosas que me echarán al suelo, pero debo ser fuerte, puedo lograrlo… debo confiar en mí.
Tengo decidido atreverme a ser yo, a no fiarme de lo que lo demás digan, a no ser como el resto, a ser capaz de luchar contra lo que no quiero, quiero ser fiel a mis sentimientos, tengo una confianza que jamás había tenido en mí misma, sé que soy capaz y empezaré a exigirme, nunca lo he hecho, sabía de las cosas que era capaz pero nunca me atreví a ponerme a prueba, ahora lo haré, daré lo mejor de mí, me demostraré a mi misma de lo que puedo y de lo que no, comenzó la era de explorar, dejaré de ser la marioneta de la sociedad, la adolecente que sigue modas, haré la diferencia, será un nuevo reto dejar de depender del resto, de que las opiniones no me importen lo suficiente, la envidia existe y a esta edad es lo que sobra, si me dan la espalda saldré sola, si no me apoyan es porque no me quiere por lo que soy, sino por lo que doy, dejaré de ser la muñeca moldeable, sólo me seré fiel y si no les gusta, que me critiquen cuando estén a mi puto nivel.