domingo, 28 de julio de 2013



No quiero ser vieja, mirar a los jóvenes de 18 años y arrepentirme por no haber disfrutado cuanto pude sólo por encerrarme en mi misma sin una verdadera razón que lo valiera.

jueves, 25 de julio de 2013

Hola (: sé que es un poco extraño que te escriba, sobre todo porque no hemos conversado desde hace ya bastante tiempo, casi un mes. La verdad, me ha costado mucho decidirme sobre hablarte o no, es lógico que ambos nos hemos evitado cada vez que hemos topado y puede que esta sea una jugada peligrosa, pero prefiero hacerlo. Te echo de menos. No me gusta sentir que te perdí, que lo que se estaba forjando de a poco desapareció abruptamente cuando me dijiste que te gustaba y yo no dije nada. Quiero que sepas que tenía mucho que decirte, mucho que explicarte... pero luego de todo este tiempo siento que ya no vale la pena que lo sepas y la verdad ya no tengo la confianza que sentía contigo para poder contarte todo hoy.

 No sé a quién culpar de todo esto, tu, yo, ambos, pero en un momento algo fue mal y aca estan las consecuencias. Me habia acostumbrado a que hablaramos todos los dias, saber de ti.

lunes, 22 de julio de 2013

A veces me pregunto cómo es que la gente sobrevive a los años con todas las penas, sufrimientos, crisis, desesperaciones y decepciones que hay que enfrentar.

Otras me cuestiono cómo es que dejamos la vida pasar sin hacer lo que en nuestras mentes creamos, esos escenarios que no son imposibles de alcanzar pero que no somos capaces de crearlos por miedo ¿miedo a qué? ¿a vivirlo? si eso es lo que precisamente queremos. Dejamos pasar tantas oportunidades, tantas sonrisas, tantas pasiones, tantos amores, tantas amistades y ¿por qué? por no ser capaces de enfrentarlas, de arriesgar. Siempre en el lugar seguro... pero al final sabemos que el lugar seguro no te hara mirar hacia atras y decir "Perfecto, he vivido lo que quise vivir". La monotonia, la seguridad, no son sinonimos de felicidad y plenitud, se necesita el riesgo, debes cruzar el río, pero no... nos quedamos ahi esperando que magicamente todo suceda mientras continuamos en nuestro lugar seguro.

Siento que he dejado pasar una oportunidad. No sé si lamentarme sea lo correcto, quizás sólo debo dejarlo pasar y poner una nota mental que diga "no evites algo sólo porque no sabes como va a terminar".

Las cosas no han cambiado mucho en los ultimos... cinco años? No hay nada completamente nuevo en mi vida, quizás he madurado, he dejado de sufrir y llorar por ciertas cosas (aunque en el fondo sigan ahi pero ya no las pienso) y he aprendido un poco más, las reacciones ante situaciones han cambiado un poco, pero nada de lo que diga "oh, haz vivido algo que soñaste, lo que esperaste".

Entrar a la Universidad no significó precisamente lo que esperaba. Ahora pienso que quizas me deje llevar por esas imagenes que se forman en tu cabeza luego de ver 50 peliculas gringas sobre universitarios, de la vida de los nerds de secundaria que logran triunfar en la siguiente etapa, que cambian su forma de ser por alguien con mas confianza, que vive lo que antes evitaba por miedo... bueno, las cosas no han cambiado para mi.

Al contrario de lo que incluso mis pares decian, no me he revolucionado, no voy a fiestas, sigo sin tomar, sin besar a nadie. Sobre este ultimo punto quisiera detenerme. Pensé que a estas alturas del año *22 de julio* seria una etapa superada, pero no. Acá estamos, como siempre. Pasó de ser algo que "no importa, algun dia llegara" a un "en serio, por qué no llega?". Se ha vuelto tema para mi, para mis noches, para mis dias, para mi vida. He leido por ahi que no son taaaaan pocas las personas que les sucede a esta edad (siempre es bueno saber que no eres la unica) pero hace que todo sea más dificil. Existe ese miedo de pasar la verguenza mas grande del universo porque cuando ocurra la otra persona lo va a notar, va a saber que hay algo mal, sentira la inexpertís ... y será horrible. ¿Con quien superarlo? con alguien que no veras nunca mas y asi no tener que soportar la verguenza al verlo? con alguien que conozcas lo suficiente, que sepa que jamas lo has hecho y que sea cuidadoso para que sea un buen recuerdo y no sea incomodo? Cómo se supone que te enfrentas a esto cuando se da por echo que tienes la experiencia. Me gustaria no sentirme incomoda, que no me diera verguenza, no ocultarlo y decirlo con la frente en alto y con orgullo, pero no puedo. Demasiado prejuicio social instaurado en mi misma, pero en serio es complicado cuando todos al rededor tuyo hablan de tener sexo y no precisamente sibre dar tu primer beso. Ojala las cosas no hubiesen sido de esta manera.

Ojalá no tener tanta traba y tanto miedo. Pasé el duro de mi adolescencia llorando en las noches por la soledad, por no tener a nadie de quien enamorarse, por no gustarle a nadie, por sentir que jamás encontrarías a esa persona que te haría sentir como en otro mundo y todas esas mamonerias que la sociedad se encarga de meter en tu cabeza como "ideal". Terminé por forjarme una coraza y construir una murralla a mi alrededor que lamentablemente cumplió su funcion: hace que la gente choque con ella y no intente romperla, si no evitarla. Y asi es como nadie se acerca, nadie lo intenta y si lo hacen, terminan por alejarse. Porque me converti en una persona uraña, que reacciona casi con violencia ante las palabras dulces del otro, con actitudes desagradables que hacen que la otra persona piense o sienta que te cae mal, que no lo quieres, que preferirias que no apareciera por los pasillos de tu vida. Pero no es así. Desearia poder representar un poco mas como soy en mi interior, entregar todo ese amor que siento dentro de mi pero que por mi forma de ser no se lo entrego a casi nadie, quisiera que me dejaran de ver como la seria, pesada y uraña que reflejo. Quisiera poder devolver el abrazo, la sonrisa, la caricia, la mirada, el beso, el saludo. Pero no lo hago y el resto se aleja, porque siente que no vale la pena.

Me siento tan mal, tan triste. Me gustaría decirle lo que no le dije aquella noche. Confesarle que aun tengo miedo, que tuve miedo a perderlo y que la pesadilla se volvió realidad cuando ahora lo he perdido. Quisiera contarle que jamás he besado a nadie, que con nadie he vivido una historia de amor, un coqueteo, una complicidad. Quisiera que supiera que pensé que el podía ser el primero en romper el muro, en mirarme a los ojos y hacer que me perdiera en ellos y en su sonrisa. Quisiera decirle que si lo quise y que aun lo quiero. Pero el no sabe que tuve miedo, que aun lo tengo. No sabe que fui arisca porque no sabía cómo comportarme, como hablarle, como sentirlo. Sabía que le gustaba, sabía que lo diría, pero no sabía qué responderle, cómo decirle que no me gustaba lo suficiente en ese momento pero que sentía que si seguíamos como hasta ese momento lo más seguro era que me gustara tanto como yo le gustaba a él. No sabía cómo pedirle que me diera tiempo para confiar en mí misma, para crecer, para madurar, para enfrentarme a lo que siempre más quise pero que quite de mi lista porque dolía demasiado para seguir teniéndolo como deseo. Quisiera decirle que lo extraño, que no quise que pensara que no lo quería, hacerle saber que no quería que esto terminara y mucho menos de la forma en que terminó, quisiera pedirle una segunda oportunidad. Pero tengo que dejarlo ir, no puedo hacer que otro sufra  por algo de lo que no puedo hacerme cargo, porque no sabes lo que cuesta pararse frente al mundo experimentado cuando tu estas recién asomando tu nariz en el. De verdad cuesta, no es llegar y lanzarse, al menos no para mí. Pero cada día que pasa siento que la situación se pone peor ¿quién tendrá esa paciencia, ese cariño, esa intención, ese interés por ayudarme a quebrar mi muro? No debería esperar que alguien llegue para hacerlo, debería agarrar el martillo con mis propias manos y destrozarlo, derribarlo desde dentro. Pero me siento demasiado débil, demasiado cobarde para hacerlo. Quizás algún día tenga las agallas, quizás algún día pueda pararme y sacar esa fuerza que sé que está ahí pero que obviamente esta retenida por mi "lugar seguro". Quisiera cambiar el rumbo que tomo esta historia, que pudo ser nuestra historia, pero el miedo sigue ahí, la inseguridad sigue ahí, la incredulidad sigue ahí y yo sigo ahí, sola, como siempre lo he estado.